viernes, 12 de septiembre de 2008

Felicidad

Esta mañana me pasó una cosa muy curiosa, después de arreglar mil y un papeles para buscarme un nuevo horizonte profesional me pasé por una asociación a ver a unas amigas y hablar de asuntos de negocios.

Nada más entrar me asaltó Carmen:
- Hola cariño, ¿qué tal estás? Uy, te veo muy guapa, ¿estás enamorada? -batallón de preguntas.
- Pues la verdad es que no, estoy sola y la mar de contenta. Muy tranquila.
- Tienes cara de estar feliz, ¿te ha pasado algo? Se te nota radiante, feliz.
- Que estoy creciendo Carmen, me vienen oportunidades buenas.
(...)

Ayer, curiosamente, también me dijeron algo parecido. Cosa sorprendente cuando si es por el plano sentimental, precisamente lo último ha sido una patada en mi soberano culo.

Lo mejor: invitación a un congreso en Madrid para dentro de dos semanas, aún tengo que enterarme bien del asunto y, si me convence, iré. Y, si eso, os lo contaré...

1 comentario:

Caminante dijo...

Me encanta el color de tu nuevo blog. Algunos creen que el rosa es un color cursi, cuando a mi me parece manifestación de la luz más dulce.
Dulce, como tú.
No hace falta estar enamorada para estar radiante. Eso ya lo sabes. Aunque sí ayude... pero no hace falta.

Besitos, Puella!