martes, 10 de marzo de 2009

El Orgasmo

"Es curioso que cuando se tiene un orgasmo, a pesar de ser un momento de gran felicidad, nadie se ríe".

Y es verdad, aparte de que es un momento tan corto que casi no te da tiempo a nada más que a estar pendiente de que no te falte el oxígeno al cerebro, no es el momento en el que más te ríes. Puedes reirte antes o después, que para eso está la cama, para reír, pasarlo bien, para innovar, hablar, desnudarse por dentro y por fuera... pero ¿para reír mientras te esfuerzas en captar ese momento? No.

Hace unos días, y creo que sigue ahí, en 'El País' hablaban acerca del orgasmo intentando encontrar una base científica a los temblores, el calor y los cortes de respiración que te da ese clímax. No saqué nada en claro. Y, casi como iluminación anterior al artículo-reportaje del periódico nacional, vi un documental acerca del orgasmo femenino.

¿Cómo se consigue? Hay tantas posibilidades como mujeres en la Tierra. ¿Hay algún atajo para llegar a él? Sí, pero si os gusta viajar, lo que queréis es que el destino tarde un poco en llegar. El trayecto es lo importante. ¿Existe el Punto G? Pues claro que sí, y no es tan difícil encontrarlo. ¿Vaginal o cliteroidal? En el clítoris es más efectivo, pero oye, a cada cual le gusta lo que le gusta. Y el caso es llegar.

¿Y después? es como si quedaras solamente en alma sobre la cama -o donde sea- y no oyes nada, no dices nada, estás ahí, en blanco. Vale que puede que tu acompañante te abrace, te dé besos, te recuerde lo guapa que estás -claro que sí, acabo de sudar, de tomar posturas impropias, gemir, pero soy la más guapa del mundo- y acabes durmiendo sobre su pecho. Pero minutos antes y segundos después de dejar de ser tú y ser un orgasmo, no sabes ni quién eres.

¿Y si estás sola? Pues igual, solo que no existe el 'después'. No hay besos, no hay caricias, no hay miradas ni palabras. Todo lo que has imaginado se desvanece, a veces incluso para bien, porque hay veces que el que te acompaña en la cama te incomoda porque ya no te sirve. Te ha dado el orgasmo, que es lo que buscabas, y solo quieres que desaparezca.

Hijos míos, buscad el orgasmo, en él encontraréis la respuesta a todos los males.
Si tienes un orgasmo, lo demás sobra.

martes, 13 de enero de 2009

Habla andalú

Otra vé a vueltah con el habla andalú, ahora la minihtra de Fomento resulta que tiene problemah de comunicasión y no se le entiende cuando habla porque el asento es de chiste.

Como no eh ni la primera vé (ni la úrtima) que he tenío (y tendré) dime y direteh por curpa de mi asento y el asento de mih paisanoh, he pensao que lo mejó eh pasá der tema. Por mí y por mi salú mentá.

Discusioneh por la manera de hablá he tenío unah cuantah, que si noh comemoh letrah, que si no pronunciamoh lah elleh... lo que son básicamente problemah fonéticoh, no relacionadoh con la gramática, puehto que despué escribimoh correctamente.

Aunque igual lo que debo hacé eh hablá como en loh madrileh y Cahtilla y empezar a hablar como manda nuestro santo idioma. Pronunciar todas las eses al final de las frases, distinguir la 'jota' de la 'ge', la 'elle' de la 'y' griega y hablar como los españoles dignos de verdad, aquellos que no le dicen nada a las mujeres, las dicen directamente, y no les compran zapatos por reyes, las compran tacones. O no pensar lo que debo de hacer y hacerlo sin más.

Será que la Juani sigue en la reminissesia de loh ehpañolitoh que aún no se han quitao de la cabesa semejante ejemplo de un andalú que sí, que existe, pero que no eh representativo de ehta tierra por la única y sensilla rasón de que se ha convertío en chihte y burla para loh eruditoh que tanto abundan en ehte santo paí.

Orgullosa de mi sangre andalusa, miro hasia atrá y solo veo curturah ansentraleh y la procedensia de una tierra trimilenaria a la que debo lo que soy.
Solo diré que eh mu fási atacá ar débi. Anarfabetoh o incultoh no son solo loh que no saben leé, también los serraos de entendederah que ponen sancadillas a suh semejanteh en vé de echarleh una mano y respetá su curtura, su identidá y su habla.

He disho.